PORQUE YO LO VALGO

Noviembre, 2016

Sesión de Performances en la Galería Isabel Hurley (Málaga). Comisariada por Joaquín Ivars.

Cartel del evento

Sesión colectiva

Organizado por la Facultad de Bellas Artes de Málaga, bajo la iniciativa y comisariado de Joaquín Ivars, profesor en la materia de arte de acción, celebrado en la Galería Isabel Hurley, CUATRO PERFORMERS, O CINCO es una sesión colectiva de performance que representa mi debut (y el de todos los participantes) frente al público, fuera del ámbito de la universidad.

El propio título del evento representa las dificultades que implicaba ese primer paso y las dudas que algunos tenían para confirmar su asistencia y enfrentarse al público por primera vez. No tuvimos claro cuántos íbamos a acudir con seguridad a la sesión.

Imagen de Porque yo lo valgo

Los Eslóganes Publicitarios

Mi propuesta para la sesión es la performance PORQUE YO LO VALGO, conocido eslógan de la marca de cosméticos. Esta performance representa el germen de la posterior implementación en YÓSMÖSIS.

El punto de partida en la creación de esta acción sucede durante la convalecencia de un accidente de moto. Las fracturas en ambas piernas me impiden durante meses salir de casa. Mi vida queda temporalmente reducida a la estancia en ella, ayudado por una silla de ordenador con ruedas que me sirve como forma de traslado en casa, desde que me levanto hasta que vuelvo a la cama. Los libros, el ordenador y la televisión capitalizan mi entretenimiento. Es entonces cuando, en un rato de tele y haciendo el clásico zapping entre canales de televisión, brota la idea. Sucede una coincidencia que funciona como semilla de creatividad. Al cambiar varias veces de canal, encuentro publicidad en todos, pero curiosamente, la secuencia o sucesión de eslóganes que me encuentro al cambiar de canal cobra un nuevo sentido en su yuxtaposición azarosa.

Comienza entonces mi interés por el trabajo con los eslóganes. Recopilo una lista de los más conocidos. Más tarde encuentro en internet la página de consulta y registro de eslóganes en España. El hallazgo perfecto por entonces. Comienzo a descargar eslóganes por cientos. Evito los que contienen una referencia explícita a la marca. Acabo trabajando con unos 4500-5000 eslóganes. El gran volumen de ellos me obliga a ordenarlos. Al ser frases cortas me apoyo en la gramática para clasificarlos y poder trabajar con ellos. Aparte de la ordenación alfabética, la persona gramatical es el principal factor que tengo en cuenta.

Aparecen curiosos patrones bajo la repetición de eslóganes muy parecidos; me interesa trabajar con la segunda persona del singular, por la potencia que supone citar al público de la acción de forma directa e imperativa. Más tarde comienzo a trabajarlos basado en la semántica. El resultado es un enérgico poema autoritario y a veces sarcástico y divertido que conjuga varios cientos de eslóganes.

Porque yo lo valgo

Porque yo lo valgo propone una incursión en el mundo de la comunicación de masas, una perspectiva de la publicidad como un sistema comunicativo unidireccional y persuasivo, dirigido a influir en la conducta del individuo, a través de su instrumento más efectivo: el eslógan publicitario, esa palabra o frase corta, expresiva y fácil de recordar, que a menudo consigue su quintaesencia, entrando a formar parte del propio lenguaje e ideario colectivo con el paso del tiempo.

Tras apagar las luces de la galería, procedo a la lectura de una interminable serie de eslóganes, ordenados en una composición que atiende tanto al concepto que se trata como a la repetición de términos, preparados e impresos en pegatinas fluorescentes. Una primera parte de ellos están expresados en primera persona, grupo que me coloco a mí mismo, y una segunda parte, expresados en segunda persona del singular, que voy colocando sobre el público presente, a medida que los voy leyendo y despegando de un gran rollo previamente preparado para facilitar el ritmo incesante de la oratoria.

Imagen de Porque yo lo valgo

Joaquín Ivars (Hoja de Sala)

Desde diferentes perspectivas, experiencias y bagajes se presentan, en el evento de performances titulado CUATRO PERFORMERS, O CINCO, varias propuestas de arte de acción. Si hay algo común que los reúne es (además de su formación en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Málaga), no un hilo conductor que atrofiaría las diversas derivas que podemos encontrar en cada una de sus propuestas, sino su particular capacidad para entablar un diálogo entre lo íntimo y lo público desde posiciones de partida probablemente alejadas entre sí:

Desde el encuentro de la intimidad del artista y su posición autocrítica en el mundo, hasta la conflictiva tarea de afrontar las diversas realidades que se encuentran en los límites de lo real y lo virtual y su destreza para visualizar, y acaso ridiculizar, lo íntimo en un ambiente público; desde la aporía de nuestras destinos fracasados que buscan un devenir liberador, hasta el cuestionamiento del rol desempeñado por los géneros en un mundo en el que a pesar de la exaltación de las biopolíticas aún podemos encontrar rastros que parecen grabados a sangre y fuego en nuestros genes culturales más perezosos para enfrentar las mutaciones necesarias; desde el yo sometido a la presión de la publicidad más simplificadora -y por ello más efectiva en mentes adiestradas para el adocenamiento-, hasta el ocio como forma de cultura que desvanece cualquier modo de resistencia privada o pública; desde el enfrentamiento con el yo público digerido por los ácidos de las masas, hasta el reconocimiento de un absurdo narcisismo que nos somete desde lo más íntimo de cada uno de nosotros.

CUATRO PERFORMERS, O CINCO (quién sabe cuál es ese quinto misterioso componente) discurre por el arte de acción una vez revisados los sarpullidos experimentales que nos trajeron los años sesenta y sus diversas derivas acríticas de las décadas posteriores. El absurdo ya pasó, el feeling ramplón también, y esta que aquí presentamos es una apuesta por unos modos de hacer que se alejan tanto del body art como del activismo más vocinglero y manoseado. La apuesta ha de ser íntima para que pueda resultar verdaderamente pública, eficazmente compartida; el yo más íntimo no lo dejamos en un perchero cuando salimos de casa y nos vamos a contarnos entre todos las cosas que nos pasan en este mundo incierto y complejo.

Hoja de Sala

Alejandro Castillo
Javier Ideas
Aída Lechugo

Alejandro Castillo
Alejandro Castillo
Aída Lechugo

Porque yo lo valgo

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