PROCESO CREATIVO

«Solo el que se arriesga a ir demasiado lejos es capaz de descubrir hasta dónde puede llegar» Thomas Stearns Eliot

Las posibilidades del arte de acción para trazar encrucijadas entre arte y vida, para transgredir los límites de ambos, los de uno mismo y para poner en comunicación cualquier otra disciplina artística, hacen que se convierta en la herramienta perfecta para mi proceso de creación. No obstante me considero un artista multidisciplinar. Cada idea puede o no funcionar en una o varias disciplinas artísticas y cada una le aporta características y matices distintos a lo creado. No me gusta limitar mi capacidad creativa. Predecir, elegir y acertar con el formato idóneo para cada idea forma parte del proceso creativo y es una tarea tan artística como cualquier otra, a veces más compleja que el propio desarrollo.

La transformación que el arte ha producido en mí como individuo, configura el vértice sobre el que pivota mi trabajo. Considero el arte como un medio de crecimiento individual y social, una toma de conciencia voluntaria y colectiva. El arte transformó mi mirada en una distancia de ida y vuelta del absurdo universo de lo real a través del cuestionamiento y la crítica, imprescindible para conocernos a nosotros mismos, a los que nos rodean y para abrazar la vida con una intensidad insuperable.

Me interesan los procesos que se esconden en la multitud, en lo común y lo grupal. Me apasiona el tratamiento del lenguaje en mi creación como vehículo que hace posible estas realidades que subyacen y conforman al ser humano como ser social. El reflejo del absurdo y los condicionamientos invisibles que se vuelven respuestas normalizadas aparecen asiduamente en mi obra. El contrasentido de nuestros propios engaños para afrontar el tiempo tan incoherente del que somos hijos conforma el cimiento de mi producción artística multidisciplinar (o sindisciplinar, que diría acertadamente mi gran amigo y maestro Joaquín Ivars).