ACARREAR EL MUERTO

Diciembre, 2021

Performance en el centro histórico de Málaga

"Lo normal nos ha llevado a ésto" Ed Yong

Anamnesis

Esta propuesta pone en juego un símbolo nuevo, el mono de plástico o EPI, que usamos los sanitarios cuando tratamos a pacientes de covid. El EPI es una imagen con una tremenda exposición mediática, que ha establecido una unívoca relación entre plástico blanco con rayas azules y pandemia. Ver un EPI es ver covid.

Su contagiosidad atenta directamente a nuestro modelo de sociedad de la aglomeración, amontonamiento que "da sentido" a nuestras metrópolis, viviendas de múltiples plantas, circulación de infinitos nudos, centros comerciales de incontables establecimientos, celebraciones de apreturas y achuchones, masificados espectáculos y el low cost o la investigación farmacológica. Nuestro mundo está confeccionado milimétricamente para satisfacer a las masas, a la vez que depende estrechamente de ellas. No existe economía de separación o dispersión.

Exploración

Acarrear el muerto propone, -en el recorrido del sanitario/performer con el muerto en camilla por las calles del centro histórico de Málaga-, el encuentro entre la realidad del sanitario con el artificio de luces parpadeantes. Igualmente expone una reivindicación en la figura del sanitario, sufridor por partida múltiple de la pandemia; en su puesto de trabajo, como ciudadano y como objeto de suposiciones conspiranoicas. En estos peculiares tiempos, los sanitarios hemos pasado de héroes a villanos en un tiempo récord; la administración se deshace de ellos por miles cuando las cifras de incidencia mejoran, negacionistas y antivacunas los acusan de conspiradores, e increíblemente se realizan pintadas de "sanitarios asesinos" o se habla de "dictadura sanitaria" entre otras lindezas, en referencia a un colectivo que ha hecho del cuidado de la salud de sus congéneres su trabajo diario.

Juicio Clínico

La activación de la acción se realiza el 30 de noviembre de 2021, apenas dos o tres días después de la inauguración del alumbrado navideño en la calle Larios. La contemplación de imágenes -en prensa y redes- de las aglomeraciones que provoca el evento nos produce escalofríos a varios compañeros en el trabajo, porque sabemos las consecuencias de éstas y otras celebraciones masificadas, que más tarde se traducen en casos positivos, aumento de incidencia y saturación de nuestros servicios.

En un principio se pretende hacer coincidir el paseo con el espectáculo luminoso, pero al comprobar el estatismo de la muchedumbre mirando hacia arriba y el colapso de la calle se pospone a la finalización. Una vez concluye el espectáculo, de apenas 10 minutos de duración, se activa la acción en un recorrido circular por el centro histórico, que comienza y concluye en la propia calle Larios. Se completa en aproximadamente una hora.

La mayoría de reacciones a nuestro paso durante la acción fueron de evitación; detenerse y darse la vuelta, desviarse del trayecto de la camilla o esquivarla, echarse a un lado o ponerse rápidamente la mascarilla. En algunos momentos de la acción se puede comprobar que, grabarnos con el móvil o fotografiarnos, fue una actitud muy repetida también. Tal como refleja el vídeo que se edita posteriormente con las secuencias de la acción, no hubo ninguna reacción fuera de lo normal, conflictiva o agresiva hacia nosotros. Sí que nos sorprendieron algunos gestos de burla o mofa en ciertos momentos concretos. Se publica el registro de la acción (fotos y vídeo) en El Observador Acarrear el muerto , medio en el que colaboro con artículos de opinion y sociedad desde hace años. Una vez publicado aquí es recogido por prensa local, más tarde prensa regional, nacional y finalmente por la mayoría de las televisiones. La explosión mediática se multiplica exponencialmente llegando a ser recogida por prensa y agencias internacionales.

La viralización de la acción supera cualquier espectativa previa. Se establecen dos posturas claramente diferenciadas, por un lado una crítica muy positiva de la mayoría de la gente y la identificación de muchos sanitarios de primera línea con la acción artística, especialmente con la metáfora de la cuerda y la camilla. Por otra parte, otra postura que, más que manifestar su desacuerdo o dar una opinión negativa de la performance, va mucho más allá y entra en la descalificación personal, el insulto o directamente la amenaza explícita, eso sí, siempre desde cuentas anónimas y especialmente en Tweeter e Instagram.

La mediatización de la performance crece con esta segunda postura, promovida por sectores de fuerte tendencia antivacunas (curioso si tenemos en cuenta que en la obra no existe ninguna referencia a las vacunas) y también de negacionistas de la pandemia. No son la mayoría, pero sí que hacen mucho ruido por redes sociales.

Tratamiento

A medida que la acción se vuelve cada vez más mediática, se suceden entrevistas e intervenciones en televisión, empiezo a recibir amenazas personales, deseos de muerte y expresiones de odio en múltiples formas y plataformas. Algunos medios de prensa enlazan mis perfiles en redes con la propia noticia, la controversia -tanto a favor como en contra- de la acción se traslada a mis perfiles, donde se suceden discusiones interminables entre posturas. Incluso recibo la llamada de la policía para investigar la existencia de grupos de odio por redes que estén promoviendo el acoso. La provocación y potencia metafórica de la acción genera un debate de proporciones inesperadas sobre la adecuación del lenguaje utilizado, el momento y las características de la performance, tanto a nivel nacional como internacional.

Una de las cuestiones de la acción que más polémica genera es la presencia del "muerto" en la camilla. Resulta paradójico que el lenguaje metafórico en referencia a la muerte se cuestione cuando el contexto es la salud, y quede normalizado cuando el contexto es religioso, tradicional o lúdico, como en Semana Santa, Halloween o en videojuegos de referencia a la muerte de forma explícita.

Salud Pública

Más de 80 medios de prensa escrita, nacionales e internacionales, digitales e impresos, se acaban haciendo eco de la acción artística. Tras dos semanas de entrevistas, intervenciones en directo y artículos para multitud de medios en España, se repite la explosión mediática una semana más tarde en Sudamérica y especialmente en Argentina, tras la publicación de la performance en el diario Clarín. Entrevistas y reportajes en programas de televisión como Espejo Público con Susana Griso y Antena3 Noticias en Antena 3, Aruseros de Alfonso Arus, Más Vale Tarde, con Iñaki López y Cristina Pardo y Noticias en La Sexta, Hoy en Día con Carlos Pariente en Canal Sur (min. 42), Llegó la Hora con Roberto López en 101TV, Crónica TV de Chiche Gelblung de Argentina o Málaga Te Ve, de PTV entre algunas televisiones. La Ventana con Carles Francino en Onda Cero y Radio Rivadavia de Argentina entre otras radios, y un largo y estresante etcétera que se concentró en apenas tres semanas.

La performance tuvo un tratamiento en prensa desigual, desde el rigor de los medios más serios a la manipulación y exageración en medios mucho más sensacionalistas. En revistas amarillistas con formato en redes sociales se llega a recortar y publicar el vídeo de la acción sin permiso. Se repiten en determinados medios la alusión a lo escabroso del muerto, se dexcontextualiza el territorio artístico y se copian y tergiversan numerosos datos que se alejan paulatinamente de las entrevistas reales que apenas doy a 5 ó 6 medios escritos.

 

 

 

 

Prensa y Media

101 Relatos de la Enfermería

Resumen de la producción de "Acarrear el Muerto" en un libro de recopilación de relatos relacionados con la enfermería. Publicado por editorial Vinatea. Mayo 2022.

 

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